La claridad que se siente con el cuerpo
tarda siempre en desvelar
lo que no puede expresarse. La alegría
de las mañanas tranquilas tiene un nombre concreto
y hay quien madruga para bañarse temprano. Pero hay también
quien regala el secreto de su vida a quienes le hacen daño,
quien descubre en la bondad una mancha oscura, sangre
seca de hace siglos. Nos hemos acostumbrado tanto a ella
que durará y durará, y todo lo que puedas decir solo añade
dolor a la certeza de vivir sin esperanza. La redención,
el significado oculto que creías encontrar en las palabras,
la mirada franca que tarda y solo llega convertida
en el reproche humano de quien siente que le estorbas, duele
como duelen en invierno esos mechones de frío que lamen
tu frente. Perder la esperanza de amar
es comprobar la exactitud
de la hora en que mueres,
pero el tiempo vivo como el agua
sabe que en el fondo el amor
también desprecia lo que ama.

Y ya presientes el sentido,
El sentido de volver o de quedarte,
El sentido de irte, el sentido de todo, el secreto de las flores
y de los troncos . De las grandes mutaciones, la agonía de esa lenta migración . Esa aleación de piel y dientes que flota en un mar
Para que seguir si sabes
Que se han agotado las casualidades