Para que otros amen
debes aceptar las condiciones
de la lluvia más bella. Ser el susurro
y ser el cráter que da al Sol la patria más secreta,
entender que las ganas de morir son
los pétalos de una flor que no ha de oler nadie.

Cuando te quieran tendrás
que mantener en secreto las virtudes de su afecto
porque el gozo es hoy el consenso más triste,
la rutina miserable de los términos medios.

La materia siempre se arrastra. Pensar que es lo que existe
no será un hito. No mendigues el avance, pues
seguir el instinto hacia delante es seguir
la pista de la muerte.

El pensamiento puro surge de una pureza que jamás se conoce
y sufre sin saberlo el destino de rebelarse contra la misma.

La eficacia de la seducción
destruye la integridad de los amantes.