Donde la voz de los años de Leipzig
habla de un doble destino. Porque él
convencido de que podía distinguir
el aire respirado por cada ser, quiso
que su alma se dividiese como se dividen
las alas de las libélulas no durante
su oscura formación, sino durante el vuelo
cuando el aire se divide también
como se dividen las ramas y se separa
la savia allí donde la planta crece
hacia un doble destino.