Este es tu silencio. Todos los silencios
son tu silencio. Aquí descansa la paz
sobre la paz, como el fuego que prende
otro fuego. Hoy no creo en nada y veo
todo frente a mí como una mansa ilusión,
como un metal trabajable, y nada quiero
ni imaginar ni hacer. En nada creo
porque en nada cree quien de verdad
lo puede todo. Ese es tu silencio,
y si en él entrase encontraría
la forma para hacer de él una palabra,
no menos callada, no menos silenciosa,
pero en nada creo. No creo en el odio,
no creo en el amor, no en la dedicación,
no en el desprecio. Solo veo desiertos
y desiertos.