Por qué todo justo ahora
tan radiante con este nuevo sol si encuentro
en el mismo camino todos mis pasos y veo
claramente que cada regreso somnoliento
hacia el pasado es solo un pétalo más
en cada rosa. De nada sirvieron los años
para este jardín que ya estaba hecho.
Nada añade mi amor al amor, nada es mi mundo
para el mundo. Han pasado en vano
tantas tardes deshabitadas sin que nada
confirme nunca una creencia y por eso,
y quizás solo por eso, sé que cuesta igual
llegar a la vida desde la muerte que a la muerte
desde la vida. Con la misma facilidad que imaginas
ahora tu idioma perdido yo otras veces hago la cuenta
de los últimos momentos y así entiendo
en esta luz filtrada y sana
que lo que ven mis ojos es por fin algo
que veré siempre. Hoy las flores son tan eternas
que de poco vale imaginar lo que podemos sentir.
Ya todo está ahí, lo viviremos todo. Hoy me lo dicen
las cosas y me lo dice tu ausencia: lo viviremos todo.
No pronto, pero tampoco tarde. No hace falta
buscar nada, nada hay que conseguir cuando todo
forma parte de la virtud secreta de las cosas. Si lo buscamos
apenas ganamos la ilusión de encontrarlo
o la inútil vanidad de merecerlo. Cada triunfo
nos regala una causa eclipsando otras, mientras este sol
grita que cada resto perdido, cada vida inmerecida,
es la resurrección completa en la que todas las causas perecen.